domingo, 1 de mayo de 2022

carta natal

Sentimientos de inferioridad relacionados a tu personalidad.
Sentimiento de no encajar relacionado a un trauma de la infancia.
Seguramente tú quisieras ser muy sociable y amistosa, 
pero tienes una voz muy fuerte diciéndote que tienes mil cosas mal.
Y no sólo es una voz,
es como si hubiera una gran pared invisible
separándote
de expresarte
y relacionarte como quieres.
Ese aspecto que tienes bloqueándote es fuerte. 
Esas son las cargas de saturno, el planeta que nos está bloqueando, como si siempre lleváramos una roca pesada encima.

 




domingo, 2 de diciembre de 2018

17 de octubre de 2018

 progresiva conversión en sombra

Caen incesantes los días de otoño, como las hojas pardas, silentes, ausentes. 
Mi paranoia aumenta a medida que el cielo se enturbia. 
Esta ciudad me repudia.
La oscuridad pentera en mi cuerpo y me escupe desde dentro. 
Tiemblo de frío o de miedo. Información revuelta.  
Mi cerebro lisiado no responde. Me consuelo pensando que el frío es el culpable que lo congela.
Observo cómo el viento juega dulcemente con las hojas secas. Desearía participar de esa danza mágica. Sin embargo, la diversión me es privada: conmigo todo es cruel y agresivo. Así que me limito a seguir caminando autómatamente. 
Las calles están cargadas de ruido. Cada individuo que pasa es un potencial enemigo. Procuro hacerles llegar mi disconformidad con la mirada, siempre acompañada por una sonrisa maníaca. En el fondo, todo lo que desearía es que alguno de ellos me comprendiese. 
Estoy buscando un motivo para continuar con la vida. He perdido mi naturaleza humana. Soy un monstruo roñoso sin esperanza ni energía. En su momento tuve la voluntad de amar, pero la ansiedad puede devorar los frágiles deseos del alma. La herida no cura. ¿Quién puede vivir con una ansiedad tan aguda? 
Me falta confianza para permitir que me disparen.
Octubre: todo está muy mal.
Las hojas caen. Y yo, también.




sábado, 23 de julio de 2016

Lamentos al amanecer

Depresión... vieja amiga. 
Al fin has vuelto a visitarme.
Ya no tengo miedo. 
Ya no tengo sueños.
Ya no tengo nada... sólo me quedas tú.
Me acoges en tu oscuridad más profunda.
Y siento un extraño placer cuando te siento fluir por mis venas.


¡Mataste mi amor!
¡Mataste mi ilusión!
¡Mataste mi armonía!
¿Por qué ahora no terminas conmigo? 
¡MÁTAME A MI!


Estoy bailando contigo en el filo entre la vida y la muerte.
Pero si muero... Tú morirás conmigo.
Soy el cuerpo que encierra esta desdicha... 
Y tú eres la culpable de este llanto.

sábado, 7 de mayo de 2016

Ansias de la muerte


Me siento abrazada por el sonido de esta triste melodía.
Mis ganas de seguir luchando van en caída libre hacia lo más profundo de un pozo cubierto por desgracias.
Son estas horas de la noche en las que mi mente viaja recorriendo momentos ya vividos y por llegar. 
Las lágrimas florecen con las primeras gotas de agua de mayo. 
Sigo alabando a la muerte y condenando a la vida. A mi vida, por esta eterna tristeza en la que me tiene sumida.
Solo queda confiar en la fuerza suprema y rezar por el milagro.